Cuando se habla de los frutos secos de Sicilia, además de la apreciada almendra, se piensa inmediatamente en los famosos pistachos sicilianos. Sólo uno es su rey indiscutible: el pistacho Bronte. Protagonista de mil sabrosas recetas tradicionales y de creativas reinterpretaciones, el pistacho verde etneo es un recurso inimitable, a pesar de los frecuentes intentos de falsificación.
Podemos, por ejemplo, recomendarle un uso creativo: cómo condimentar una buena pasta dándole una nota fresca y aromática. Utilizamos nuestro bote de pesto de pistachos, junto con los tomates cherry frescos cortados en rodajas finas y los mezclamos con aceite de oliva virgen extra y añadimos poco a poco
una pequeña cantidad de agua de la cocción de la pasta hasta obtener una salsa cremosa y homogénea. Viértelo sobre tu pasta corta, espolvorea con queso rallado y hojas de albahaca y voilá, ¡buen provecho! Su pasta con pesto de pistachos está servida.